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Aprendiendo a usar el baño

Conseguir que nuestros hijos crezcan sanos y felices es el desafío más importante al que se enfrentan los padres día a día. La paternidad positiva promueve el bienestar (bien estar) por encima de los malestares.


Sabemos de antemano que no hay dos niños iguales, cada uno de ellos cumple sus propios ritmos y esto se demuestra también cuando hablamos del control de esfínteres. Este tema tan preocupante para algunos padres, tiene consideraciones importantes que sería indicado revisar.


Este “control” tiene base maduracional neurológica, por lo que, aunque lo pretendas no podrás apurarlo. Podrás crear el hábito de ir al baño, Sí, pero el control es una adquisición natural posterior a la maduración muscular y del sistema nervioso necesarios para la acción.

Deberá ser capaz de reconocer que hay “algo” que requiere ser expulsado, por lo que debe tener cierto grado de concentración en el hecho, algo así como hacerse consciente de lo que va a suceder. Esto requiere coordinación de habilidades intelectuales y sobretodo emocionales.


Apenas tu niño sea capaz de mantenerse en pie, te recomendamos que lo cambies parado y que ayude en todo lo posible con su aseo, como darte el pañal, pasarte los pañitos, etc. De esta forma estarás aportando al desarrollo de su autonomía, lo que generará confianza en sí mismo. Háblale de lo que haces al limpiarlo, con tranquilidad y alegría. Permítele también que colabore con el orden después que acaben la tarea del cambio y con la eliminación del pañal en el tacho de basura. Esta actitud de tu parte generará una buena imagen de él mismo o ella misma, reconociendo los procesos de eliminación como algo natural.


El periodo sensible de relación con el uso del baño, podría iniciarse amistosamente desde los 18 o 20 meses, pero no para enseñarle a usarlo, sino para que lo conozca, que comience a relacionarse con la tacita (SS.HH.), al principio, incluso puede sentarse con ropa, solamente para que entienda que podemos estar sentados allí, ¡Sin presiones!


Si tu niño o niña rechazan sentarse en la tacita (SS.HH.), no lo fuerces, quizá no ha llegado el momento, pero sigue trabajando siendo modelo, con cuentos (“Marcial ya no usa pañal”, “Es hora de ir al baño”) o con canciones referentes.


Habrán luces que te indiquen que tu niño o niña, ya están listos para iniciarse en el uso del baño, como:

Ø Mostrar molestias por el pañal.

Ø Mantenerse seco por varias horas.

Ø Ir a visitar el baño de manera autónoma.

Ø Observar a los demás en el uso del baño.

Ø Además, cuando tu niño o niña, buscan apartarse del grupo, para tener privacidad al “hacer popó” te da una señal de que ya está siendo consciente, por lo que podría ser un gran indicativo, del avance en su madurez.


Aquí vendría bien comentarte que se hará consciente primero de la expulsión de las heces, por la obvia incomodidad.


Cuando notes que esto sucede puedes calcular la hora, para que sin apuros pueda sentarse por momentos en la tacita (SS.HH.). Nunca debe pasar mucho tiempo allí y mientras esté puedes acompañarle con una historia o un canto, de forma que no sea un momento de ansiedad.


Lo natural, será lograrlo hacía los 28 meses, época en que la mayoría de niños, ya alcanzaron la maduración necesaria. El control nocturno de esfínteres será posterior, así que debes tomar las precauciones por algunos meses más.


Acompaña este proceso natural positivamente y sin stress, déjalo fluir. El logro será de los niños, confía en que lo obtendrán cuando estén preparados y no olvides alentarlos y reforzarlos. Ellos necesitan tu confianza y paciencia.


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